En el juego, como en la vida, cuando hay reglas, existen certidumbres. Todo tiene un riesgo, pero con reglas el mismo es controlado.
El problema es que en los Tiempos Líquidos que nos rodean, las certidumbres son cosas del pasado, viejunas, antiguas. Todo el mundo se conforma con vivir en la incertidumbre. Y las nuevas generaciones más.
Si analizamos históricamente el contexto social, poco o casi nada ha cambiado. Salvo determinados movimientos que han puesto en alerta (que no en jaque) a este sistema que calificarlos de capitalista es sumamente insuficiente.
No obstante en el juego de equilibrios que existía en el S.XX las reglas del juego, aunque no estuvieran escritas, eran el patrón de juego de las sociedades. Con un montón de injusticias, arbitrariedades y situaciones tipo difíciles de explicar y menos de justificar.
Pero en pleno S.XXI las características del juego consisten en que todo es juego y no hay reglas. Esta es la imposición.
Es lo que hay.
¿Se podrá cambiar a mejor todo esto? Posiblemente, pero la existencia del sistema «per se» no variará. Simplemente se mutará por algo más aceptado y por supuesto con unas reglas del juego que dotará de respiro a la clase social desfavorecida frente a la privilegiada.
Mientras que esto suceda…el sistema amparará, protegerá y dotará de fuerza a aquellos que nieguen derechos, privilegios para los menos y prácticas excluyentes, clasistas y racistas.
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