En política, pocas estrategias han sido tan denostadas públicamente y tan efectivas en la práctica como el ‘y tú más’. Este reflejo argumentativo, considerado la quintaesencia de la mala praxis política, esconde tras su aparente simplicidad una sofisticada herramienta de supervivencia en la arena pública.
Aunque los manuales de debate lo condenan como una falacia ‘ad hominem’ y los códigos de buena conducta política lo señalan como ejemplo de degradación democrática, el ‘y tú más’ persiste por una razón fundamental: funciona. En un ecosistema mediático donde la atención es el bien más escaso y la indignación la moneda de cambio, la capacidad de redirigir el foco hacia las contradicciones del adversario se ha revelado como una táctica no solo defensiva, sino decisiva.
La historia reciente de la política española está repleta de ejemplos donde esta estrategia ha conseguido neutralizar crisis que parecían terminales. Desde casos de corrupción hasta polémicas personales, el contraataque ha demostrado ser más efectivo que la explicación, y el ‘y tú más’ más rentable que el mea culpa.
Ejemplos para demostrar que tanto el PP como Vox son partidos machistas tanto con sus actitudes como con sus hechos:
- Caso Nevenka: desde que estalló el caso hasta que se produjo la dimisión del acosador (ex alcalde de Ponferrada del PP) 13 meses.
- El «divorcio duro» como justificación que utilizó Feijóo para pactar con Vox en la Comunidad valenciana.
- Que un padre mate a sus hijos según Feijóo es «un problema con su pareja» y lo califique de violencia intrafamiliar.
- «La violencia es violencia y no tiene sexo» Ortega Smith de Vox
- Carlos Flores Juderías. Condenado en el 2003 por violencia machista y hoy diputado por VOX por Valencia
Estas cosas hay que tenerlas en cuenta.
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