Recuero a aquel Pablo Iglesias de Podemos cuando salía por TV allá por el año 2015 planteando la derogación del art. 135 de la Constitución española.
¿Y por qué planteó la derogación de dicho artículo? Por que hubo en el 2011 una reforma constitucional pactada entre el PP y el PSOE que impidió la votación en referéndum de dicha reforma constitucional.
Pablo Iglesias en aquel entonces hizo un diagnóstico acertado del país. Lo que sucedió después es una continuación de lo que sucede hoy en el Movimiento Sumar.
Nepotismo. Ego. Personalismo. Proyecto político sin transversalidad. Sin estructuras. Sin cuadros militantes. Sin control ni dirección. (*)
En Galicia ya vimos y comprobamos el resultado de ir por separado tanto Podemos como el Movimiento Sumar. Y al tiempo vimos como el conjunto de las izquierdas (socialdemócratas y nacionalistas) fueron incapaces de generar ilusión y alternativa ganadora al PP de Galicia.
¿De qué sirve formar parte de un proyecto político o participar en un proyecto político si tu voz, tu opinión, tu capacidad de influencia está supeditada a lo que ejerza una estructura piramidal?
Por esta y algunas más razones no me gusta el Movimiento Sumar (entre otros)
(*)Soy plenamente consciente de lo incomodas que pueden resultar mis palabras. Pero el ejercicio de la crítica a lo que está mal hecho, por alguien como yo, que se considera de izquierdas, creo que como mínimo merece un mínimo respeto.
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